La carne se puede cocinar de muchas maneras distintas pero una de de las más sabrosas es la carne asada a la piedra, que podemos degustar en asadores y hornos profesionales. Si os animáis a probar esta forma de preparar la carne en casa, solamente necesitáis un poco de creatividad y una piedra que resista las altas temperaturas de forma prolongada y que soporte el posterior enfriamiento sin romperse.
Los mejores materiales para la piedra que utilizaremos son el mármol, la pizarra y el granito. Pero antes de empezar a cocinar debemos tener en cuenta dos consejos importantes. Es fundamental poner siempre la piedra a calentar cuando esté totalmente seca y no es conveniente enfriarla rápidamente, como por ejemplo, mojándola. Debemos precalentar el horno a 190º y colocar la piedra en la zona central del mismo.
En cuanto a la carne, es necesario que repose fuera de la nevera al menos una hora antes de comenzar a cocinarla, manteniéndola a temperatura ambiente. Transcurrido este tiempo, podemos filetearla y limpiarla de grasas y nervios.
Unos granos de sal gorda y ¡lista!
Una vez que hayamos terminado estos sencillos pasos, sólo nos queda meter la carne en el horno, sobre la piedra, y cocinarla durante 5 minutos por cada lado, aproximadamente. Si nos gusta más hecha, podemos dejarla calentándose unos minutos más, dependiendo del gusto de los comensales.
La carne a la piedra se puede acompañar de numerosas opciones. Admite tanto salsas, como quesos o paté de campaña, y especias como tomillo o hierbas provenzales. Aunque para disfrutar del auténtico sabor de la carne os recomendamos echarle solamente unos granos de sal gorda.
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